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Sensibilidad Dental

La hipersensibilidad dental, también conocida como sensibilidad dental, es una condición común que afecta a una parte significativa de la población, especialmente durante ciertas épocas del año como el verano. 

Con el aumento de las temperaturas, es habitual el consumo de alimentos y bebidas frías, como helados y refrescos con hielo, que pueden desencadenar molestias o dolor en los dientes debido a esta patología. 

En nuestra clínica dental de Sevilla vemos casos de este tipo a diario. La sensibilidad dental se manifiesta como un dolor agudo que se presenta cuando la dentina, la parte interna de los dientes, queda expuesta. Este dolor puede ser provocado por estímulos externos aparentemente inofensivos, como el calor, el frío, alimentos dulces o ácidos, e incluso por el contacto físico y no solo afecta el bienestar diario, sino que también puede tener repercusiones significativas en la calidad de vida de quienes la padecen.

Con una prevalencia estimada entre el 20% y el 35% de la población, la sensibilidad dental es un problema frecuente que no debe ser ignorado. Es especialmente común en personas con enfermedad periodontal y en fumadores, y aunque podría pensarse que aumenta con la edad, es más prevalente entre los 30 y 40 años, particularmente en mujeres. La razón es que con el tiempo, la dentina se vuelve menos permeable y, por lo tanto, menos sensible a los estímulos dolorosos.

En situaciones normales, la dentina está protegida por el esmalte en la corona del diente y por el cemento en la raíz. Sin embargo, factores como la recesión de las encías, la pérdida de esmalte o cemento debido a un cepillado agresivo o el consumo de alimentos y bebidas ácidas, pueden dejar la dentina expuesta y vulnerable a los estímulos externos.

Causas de la sensibilidad dental

La sensibilidad dental puede ser desencadenada por múltiples factores, algunos de los cuales son comunes en la vida diaria y otros que pueden estar relacionados con problemas dentales específicos o hábitos personales.

Higiene bucal deficiente

Un cepillado dental inadecuado, ya sea por hacerlo con demasiada fuerza o con una técnica incorrecta, puede provocar recesión gingival, abrasión cervical y apertura de los túbulos dentinarios. Además, cepillarse justo antes o después de consumir alimentos y bebidas ácidas puede incrementar el desgaste del esmalte y el cemento. Por otro lado, una higiene bucal deficiente facilita la acumulación de placa bacteriana, especialmente en la zona cervical de los dientes, lo que puede llevar a la destrucción del esmalte y el cemento.

Dietas y bebidas ácidas

El consumo de alimentos y bebidas con un pH bajo, como los cítricos, mermeladas, yogur, té, vino y refrescos, contribuye a la erosión del esmalte y el cemento, exponiendo la dentina y aumentando la sensibilidad dental.

Tratamientos odontológicos

Procedimientos como la cirugía periodontal y el raspado radicular pueden eliminar parcialmente el cemento y desplazar el margen gingival, lo que resulta en una recesión gingival. Los tratamientos de blanqueamiento dental también pueden causar sensibilidad dental temporal, especialmente en casos de recesión gingival preexistente.

Bruxismo

El bruxismo, o hábito de apretar o rechinar los dientes provoca desgaste y fracturas en las superficies dentales, además de flexión a nivel cervical, lo que resulta en la pérdida de los cristales dentarios y la exposición de la dentina.

Enfermedades generales

Patologías que producen ácidos en la boca, como la úlcera gástrica, la anorexia y la bulimia, pueden erosionar el esmalte dental, causando sensibilidad dental.

Otros factores

Otros factores que pueden contribuir a la sensibilidad dental incluyen el embarazo, que puede aumentar la sensibilidad debido a cambios hormonales, y trastornos estomacales, que aumentan la acidez en la boca.

Síntomas de la sensibilidad dental

La sensibilidad dental se caracteriza principalmente por un dolor agudo y temporal que ocurre cuando la dentina, la parte interna del diente, queda expuesta a estímulos externos. Este dolor se presenta de manera exagerada ante estímulos que normalmente no causarían molestias, como bebidas frías o calientes, y alimentos dulces. La molestia no desaparece hasta que se elimina el estímulo que lo causa.

La razón de esta sensibilidad radica en la estructura de la dentina, que contiene numerosos túbulos que conectan con los nervios dentro del diente. Cuando la dentina pierde su capa protectora de esmalte, estos túbulos quedan expuestos y permiten que los estímulos externos lleguen a las terminaciones nerviosas, causando dolor.

  • Dolor exagerado: Una reacción intensa ante un estímulo leve, como una bebida fría o caliente.
  • Duración limitada: El dolor persiste solo mientras dura el estímulo.
  • Localización precisa: El paciente puede identificar con exactitud el diente afectado y la zona específica del dolor.

La sensibilidad dental comparte síntomas con otras patologías, como caries, fracturas de esmalte o dentina, pulpitis reversible, y la sensibilidad post-tratamiento de blanqueamiento dental. Por ello, es crucial descartar estas condiciones antes de establecer un diagnóstico definitivo.

Para confirmar la sensibilidad dental, el dentista puede reproducir los estímulos que causan dolor:

  • Estímulos térmicos: Aplicación de frío o calor, como agua helada o caliente.
  • Aire: Uso de una jeringa para aplicar aire a cada diente.
  • Estímulos osmóticos: Dar al paciente soluciones de glucosa para identificar el diente dolorido.
  • Estímulos táctiles: Tocar la zona cervical del diente con sondas de exploración.
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Tratamiento para la sensibilidad dental

El tratamiento de la sensibilidad dental depende de la causa subyacente y puede involucrar varias estrategias para aliviar el dolor y proteger los dientes.

Pasta dentífrica desensibilizante

El uso regular de pastas dentales desensibilizantes puede ayudar a bloquear el dolor asociado con la sensibilidad dental.

Fluoruro

La aplicación de fluoruro en las áreas sensibles puede fortalecer el esmalte y reducir el dolor. Esto puede realizarse en el consultorio dental o mediante el uso de productos de fluoruro en casa.

Desensibilización o adhesión

Aplicación de resina adhesiva en las superficies radiculares expuestas para reducir la sensibilidad. Este procedimiento puede requerir anestesia local.

Injerto de encía quirúrgico

Si la recesión gingival es la causa, se puede realizar un injerto de encía para cubrir las raíces expuestas, protegiendo los dientes y disminuyendo la sensibilidad.

Conducto radicular

En casos de dolor severo donde otros tratamientos no son efectivos, el dentista puede recomendar una endodoncia para tratar problemas en la pulpa dental y eliminar la sensibilidad.

Selladores dentales

No sólo se usan para prevenir caries, sino que también pueden ayudar a cubrir y proteger áreas de dentina expuesta, reduciendo así la sensibilidad dental.

Consejos preventivos sobre sensibilidad dental

Para prevenir la recurrencia de la sensibilidad dental, es esencial mantener una correcta higiene bucal y adoptar hábitos saludables:

  • Cepillarse los dientes dos veces al día con un cepillo de cerdas suaves y pasta dental con fluoruro.
  • Evitar cepillarse con demasiada fuerza y usar una técnica adecuada de cepillado.
  • Utilizar hilo dental diariamente.
  • Reducir el consumo de alimentos y bebidas ácidas, y enjuagarse con agua después de su consumo.
  • Consultar al dentista sobre el uso de un protector bucal si se padece de bruxismo.
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Preguntas Frecuentes sobre sensibilidad dental

La duración de la sensibilidad dental puede variar dependiendo de su causa:

  • Caries: La sensibilidad causada por caries persiste hasta que la caries es tratada por un dentista.
  • Empaste Reciente: La sensibilidad después de un empaste puede durar unos pocos días a unas pocas semanas. Si persiste, es importante consultar al dentista.
  • Blanqueamiento Dental: La sensibilidad después de un tratamiento de blanqueamiento dental suele ser temporal, y generalmente desaparece en unos días a una semana.
  • Recesión Gingival: La sensibilidad debido a recesión gingival puede ser crónica y requiere tratamiento para su alivio.
  • Bruxismo: La sensibilidad causada por bruxismo también puede ser persistente y necesita ser gestionada mediante el uso de protectores nocturnos y otros tratamientos recomendados por el dentista.

Para evitar empeorar la sensibilidad dental, es recomendable evitar:

  • Bebidas y alimentos ácidos: Cítricos, vinagre, bebidas carbonatadas, y vino.
  • Comidas y bebidas muy frías o calientes: Helados, bebidas con hielo, café y té caliente.
  • Alimentos y bebidas azucaradas: Dulces, caramelos, refrescos, y jugos de frutas con alto contenido de azúcar.
  • Alimentos duros y crujientes: Nueces, hielo, y ciertos tipos de pan crujiente que pueden causar desgaste en el esmalte.

Para eliminar la sensibilidad dental, considera las siguientes estrategias:

  • Utilizar pasta dentífrica desensibilizante: Ayuda a bloquear las sensaciones dolorosas tras varias aplicaciones.
  • Aplicación de fluoruro: Un dentista puede aplicar fluoruro en las áreas sensibles para fortalecer el esmalte.
  • Desensibilización o adhesión: Tratamientos clínicos como la aplicación de resinas adhesivas pueden ayudar.
  • Injerto de encía quirúrgico: En casos de recesión gingival severa, un injerto de encía puede cubrir las raíces expuestas.
  • Conducto radicular: Para casos severos donde otros tratamientos no son efectivos.
  • Mantener una buena higiene dental: Cepillarse con un cepillo de cerdas suaves y pasta con fluoruro, y usar hilo dental regularmente.

La sensibilidad dental puede aparecer en varias situaciones:

  • Tras ingerir alimentos o bebidas frías, calientes, dulces o ácidas.
  • Después de tratamientos dentales como empastes, blanqueamientos o raspados radiculares.
  • Debido a enfermedades de las encías como la periodontitis.
  • Por hábitos como el bruxismo (rechinar los dientes).
  • Con la edad, debido al desgaste natural del esmalte y la recesión gingival.
  • Al utilizar productos abrasivos de blanqueamiento dental sin supervisión.

Mantener una rutina adecuada de cuidado dental y visitar regularmente al dentista son las mejores formas de prevenir y tratar la sensibilidad dental.

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